martes, 29 de marzo de 2011

10 reglas para tener una actitud mental positiva en la vida

10 reglas para tener una actitud mental positiva en la vida




Recuerda estas simples 10 reglas para tener una actitud mental positiva en la vida:

1.- Libera tu corazón de odios y rencores.
2.- Libera tu mente de preocupaciones y temores.
3.- Vive humildemente reconociendo que no eres Dios y que tienes derecho a equivocarte.
4.- Confía en tu valor como Persona y convéncete de tu destino glorioso.
5.- Busca siempre lo bueno, incluso en lo malo.
6.- Da más y espera menos en tus sueños: a veces lo que no esperamos es mejor que lo que soñamos.
7.- Renuncia a tus ilusiones y no perderás nunca la ILUSIÓN.
8.- Limpia los cristales de tus gafas para ver la verdad de las cosas.
9.- Nunca eches la culpa de tus insatisfacciones a los demás.
10.- Ora con frecuencia y pídele a Dios que te dé su Espíritu de discernimiento para ver las cosas como son y cumplir las reglas anteriores.

(puedes ver también estas reglas en el blog de lojeda, situado a la izquierda de la página

lunes, 28 de marzo de 2011

viernes, 25 de marzo de 2011

La Amabilidad







Amabilidad

"Cada uno de vosotros procure dar gusto a su prójimo en lo que es bueno y puede edificarle" (San Pablo).
"Hijo mío, tus beneficios no los acompañes de reproches, ni tus obsequios de palabras amargas. Una buena palabra es mejor que un obsequio, pero el hombre benéfico une la una al otro" (Eclesiástico 18, 15-17).
"No te canses de plantar dulzura. Si plantas rosales, cosecharás rosas"
"El secreto para estar a bien con todos es amoldar nuestro carácter al de los demás"
"Si quieres ser amado, ama" (Séneca).
"El que es amable no sólo ama a los demás, sino que les hace sentir que son amados"
"No te enfades: ¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tu mismo un mal rato...y te has de desenfadar al fin?”
"Seamos tan amables que todos se sientan un poco más felices a nuestro lado. Tan humildes que (como la escoba en la cocina después de hacer el bien) nos escondamos en el cuarto de los trastos"
"No corrijas con enojo o aspereza, porque el que airado reprende, más daño hace que provecho"
"Nuestro tiempo de estancia en la tierra es sólo para aprender a amar"
"La amabilidad es hacer lo que más conviene a otra persona según lo que necesita en ese momento" (Tony de Mello). 
"Podemos pagar un préstamo de oro, pero siempre estaremos en deuda con los que han sido amables con nosotros" (Proverbio malayo).
        Quien no sepa sonreír que no abra un negocio de cara al público (Proverbio chino) 
        Se consigue más con una cuchara de miel que con un barril de vinagre (Proverbio Oriental).

Amabilidad se define como “calidad de amable”, y una persona amable es aquella que “por su actitud afable, complaciente y afectuosa es digna de ser amada”.
La amabilidad es la manera más sencilla, delicada y tierna de hacer realidad un amor maduro y universal, libre de exclusivismos. Ese amor que dice “te necesito porque te amo” y no “te amo porque te necesito”. Es entonces cuando la amabilidad se conviete en una constante, porque el comportarse de manera complaciente y afecutosa con los demás, sentir su felicidad es lo mismo que sentir la propia dicha y alegría compartida.
La amabilidad es un claro exponente de madurez y de grandeza de espíritu.

Educar para la amabilidad

Educar para la amabilidad es educar para el amor y la paz consigo mismo.
No hay que confundir actos de amabilidad como la amabilidad como actitud y valor, sentido y deseado .Todos podemos ser amables en ocasiones y por diversos y hasta oscuros fines, pero no sería amabilidad plena; sí lo es la referida a una disponiblidad permanente, libremente asumida y ejercida.
Para llegar a cultivar una profunda amabilidad, son convenientes sentimientos positivos como los siguientes:
Afecto: Sentirse aceptado y amado con sus cualidades y defectos. Percibir que sus padres y educadores han escogido amarle y respetarle.
Alegría como hábito: Mostrarse satisfecho de vivir, de amar, de compartir el tiempo con el educando, en una actitud divertida y desdramatizadora. Reír en familia con frecuencia y contagiar la alegría sin reservas.
Confianza: Creer en su capacidad, en su bondad, en sus aptitudes, permitirles que se equivoquen y transmitirles siempre el mensaje de que pueden vencer las dificultades, que seguiremos cerca para ayudarles, que con su esfuerzo e ilusión conseguirán lo que se propongan.
Aceptación: Dejarle ser persona, valorar su singularidad, estimularle a pensar por sí mismo, pero con honradez y respeto a los demás. Recordar las palabras de Kahil Gibran: “Tus hijos no vienen ti ti, sino a través de ti y aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienes sus propios pensamientos”.
Seguridad: Manteniendo una actitud definida que permita al educando conocer nuestras reacciones y saber a qué atenerse (para ello es positivo que reconozcamos nuestros propios errores ante él).
Compartir actividades y ser y actuar como un amigo: Compartiendo también dificultades y alegrías.

A modo de conclusión

La amabilidad es la principal cualidad que debe poseer un educador si quiere cultivar un ambiente constructivamente educativo. Un ambiente de serenidad, alegría y familiariadad.
La amabilidad del educador lima las asperezas, hace innecesarios los castigos y se inclina fácilmente al perdón. En este contexto el educando puede manifestarse de manera espontánea, sin temor a ser reprimido, sin dolor ni engaño. La desconfianza, carcoma de la relación educativa, no tiene razón de ser porque la amabilidad del educador la hace imposible.

Diez Mandamientos sobre la Amabilidad

  1. Sonreír siempre, aun sin ganas y a solas para entrenarte.
  2. No decir NO ni a un mandato ni a una súplica.
  3. Evitar al prójimo todos los disgustos posibles.
  4. Mostrarme contento y satisfecho aunque la procesión vaya por dentro.
  5. Esforzarme por ser simpático y más aún a los que me son antipáticos.
  6. Saber mandar bien para ser obedecido con gusto.
  7. Si tengo que reprender, que domine mi genio y después reprenderé.
  8. Hacer agradable mi trato a las personas que conviven conmigo.
  9. Usar formas amables con todo el mundo.
  10. Si me equivoco, reconocerlo.
¿Quieres hacer feliz tu vida y la de los demás?
SI NO TE TOCA HACER LO QUE TE GUSTA, PROCURA APRENDER A QUE TE GUSTE LO QUE TE TOQUE.
Ángel-Dandy

martes, 22 de marzo de 2011

La ambición (en el buen sentido de la palabra). 2ª parte







LA AMBICIÓN (2ª Parte).-

El afán de superación

La ambición equilibrada hace que el individuo se supere siempre a sí mismo en un afán de generosidad que le hace fijarse nuevas metas.
Es conveniente evitar dos extremos igualmente perniciosos:


Por una parte, la cobardía que desconfía de las posibilidades del otro y que seca toda motivación, porque la voluntad no se educa mediante le a repetición machacona de actos (esto podría ser simple amaestramiento), sino con ideas claras que se convierten en profundas convicciones, en ideales.

Por otra parte, hemos de evitar la hipermotivación angustiosa, que impide al individuo el mejor rendimiento de sus posibilidades.





A este respecto puede servir el siguiente texto oriental:
“Cuando el arquero dispara gratuitamente, tiene con él toda su habilidad. Cuando dispara esperando ganar una medalla de bronce, ya está algo nervioso. Cuando dispara para ganar una medalla de oro, se vuelve loco pensando en el premio y pierde la mitad de su habilidad, pues ya no ve un blanco, sino dos. Su habilidad no ha cambiado, pero el premio le divide, pues el deseo de ganar le quita la alegría y el disfrute de disparar. El deseo de triunfo y el afán por conseguir el premio se han convertido en enemigos que le privan de la visión, la armonía y el goce”.
El ansia por una buena nota, por un buen resultado en demasía nos puede inquietar, pero a veces no nos hacen disfrutar:
Uno de los pocos hombres que han caminado por la luna cuenta cómo tuvo que reprimir sus instintos artísticos cuando llegó al satélite. Recuerda que cuando se hallaba mirando embelesado a la Tierra, estaba como paralizado por el asombro y diciéndose para sí: “¡Dios mío, que preciosidad!”
Pero en seguida, volviendo en sí, se dijo: “Deja de perder el tiempo y dedícate a recoger piedras!”
Hay dos tipos de educación la que te enseña a ganarte la vida y la que te enseña a vivir.


Para terminar te invito a que leas estas dos historias de Anthony de Mello:






Historia de los tarros de oro







Al pasar un barbero bajo un árbol embrujado, oyó una voz que le decía: «¿Te
gustaría tener los siete tarros de oro?». El barbero miró en torno suyo y no vio a
nadie. Pero su codicia se había despertado y respondió anhelante: «Sí, me gustaría
mucho». «Entonces ve a tu casa en seguida», dijo la voz, «y allí los encontrarás».
El barbero fue corriendo a su casa. Y en efecto: allí estaban los siete tarros, todos
ellos llenos de oro, excepto uno que sólo estaba medio lleno. Entonces el barbero no
pudo soportar la idea de que un tarro no estuviera lleno del todo. Sintió un violento
deseo de llenarlo; de lo contrario, no sería feliz.
Fundió todas las joyas de la familia en monedas de oro y las echó en el tarro. Pero
éste seguía igual que antes: medio lleno. ¡Aquello le exasperó! Se puso a ahorrar y a
economizar como un loco, hasta el punto de hacer pasar hambre a su familia. Todo
inútil. Por mucho oro que introdujera en el tarro, éste seguía estando medio lleno.
De modo que un día pidió al Rey que le aumentara su sueldo. El sueldo le fue
doblado y reanudó su lucha por llenar el tarro. Incluso llegó a mendigar. Y el tarro
engullía cada moneda de oro que en él se introducía, pero seguía estando
obstinadamente a medio llenar.
El Rey cayó en la cuenta del miserable y famélico aspecto del barbero. Y le
preguntó: «¿Qué es lo que te ocurre? Cuando tu sueldo era menor, parecías tan feliz y
satisfecho.
Y ahora que te ha sido doblado el sueldo, estás destrozado y abatido. ¿No será que
tienes en tu poder los siete tarros de oro?». El barbero quedó estupefacto: «¿Quién os
lo ha contado, Majestad?», preguntó.
El Rey se rió. «Es que es obvio que tienes los síntomas de la persona a quien el
fantasma ha ofrecido los siete tarros.
Una vez me los ofreció a mí y yo le pregunté si el oro podía ser gastado o era
únicamente para ser, atesorado; y él se esfumó sin decir una palabra. Aquel oro no
podía ser gastado. Lo único que ocasiona es el vehemente impulso de amontonar cada
vez más. Anda, ve y devuélveselo al fantasma ahora mismo y volverás a ser feliz».

 El pájaro que tuvo que buscar un nuevo nido

Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyo su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta que iba a morir, en un deseo repentino por salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costo mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrento el dolor del entumecimiento hasta que logro levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso. 

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.
Nunca es tarde, no importa lo que hayas vivido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa los errores que se hayan cometido, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir ¡¡basta!! Para oír la llamada que nos dice que tenemos para buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano.


Ángel-Dandy

viernes, 18 de marzo de 2011

La ambición (en el buen sentido de la palabra). 1ª Parte




La Ambición (1ª parte).-
(en el buen sentido de la palabra, es decir, aspiraciones y deseos de mejorar)

“Pobre es quien no está satisfecho y rico quien se contenta con lo que tiene y disfruta de cuanto los demás poseen”
“EL mundo está lleno de dolor que genera sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el deseo. Si quieres arrancarte esa clase de dolor, tendrás que arrancarte el deseo” (Buda)
“Para nuestra avaricia lo mucho es poco, y para nuestra necesidad, lo poco es mucho” (Séneca).
El mundo se mueve por tres “g”: El ansia de ganar, el ansia de gastar y el ansia de gozar ganando y gastando.
“No se pueden criar las águilas para tenerlas encerradas en gallineros” (historia del huevo de águila en un corral de pollos).
Definición de ambición: “Deseo ardiente de conseguir poder, riqueza, dignidades o fama”.
El problema de la ambición no está en el loable deseo de prosperar, ni en la inquietud sana por aspirar a un mejor nivel de vida, dentro de unos límites razonables, sino en llegar a convertir la propia existencia en lucha, violencia y actividad febril por las riqueza, el encubrimiento personal, las alabanzas, las admiraciones,...
La ambición sin freno, la ambición como conducta y estilo de vida, no sólo es uno de los más graves impedimentos de la felicidad humana, sino que puede llegar a empobrecer y destruir el corazón del hombre y sus más nobles sentimientos.

Los hombres ambiciosos en ente sentido negativo piensan que les va a ser posible comprar la felicidad, aferrados a un desesperado desasosiego que les incapacita para vivir y disfrutar el presente, en espera de un porvenir que jamás se hace realidad. La verdadera felicidad no se compra ni tiene precio y está tan a la mano del pobre como del rico, está tan próxima a nosotros que la encontraríamos en nuestro derredor si supiéramos aceptar nuestra realidad de buena voluntad, en paz y armonía con nosotros mismos.

No hay un camino que nos lleve a la felicidad, ya que sólo nos está permitido descubrirla, cultivarla y disfrutarla mientras hacemos el camino. La ambición que empobrece al corazón humano y destruye los sentimientos más nobles es la que viene engendrada por el egoísmo, la vanidad y el loco afán de imitar a los demás y aventajarles en lujo y ostentación. Pero lo grave es que quien se deja embriagar por la ambición desenfrenada terminará por sacrificar a su propia familia, su hogar sus amigos, su salud y su bienestar: Y es que la ambición malogra, antes o después, las aspiraciones elevadas y sofoca cuanto de noble, delicado, sensible y bello hay en su carácter.


La legítima y loable ambición

Existe, sin embargo, una loable y legítima ambición, aspiración o deseo de superarse y mejorar, de cuyo logro deriva la verdadera felicidad que ennoblece y dignifica al hombre. Es la de aquel que procura ser útil a la humanidad, que se esfuerza en luchar contra la ignorancia, en contagiar a los demás sus ideas y actitudes positivas, llenas de esperanza y de confianza en sí mismo y en el prójimo. En definitiva, es noble ambición establecer un reto constante consigo mismo de superación para el logro de las condiciones materiales más idóneas que permitan servir provechosamente a nuestros semejantes. La legítima y loable ambición no está en la satisfacción sin medida de los deseos ni en el halago constante de los sentidos o en buscar afanosamente la felicidad en exclusiva para sí mismo, sino en el fomento y desarrollo de nuestra naturaleza espiritual, sembrando alegría, jovialidad, amor y servicio desinteresados.
Casi siempre es por falta de elevadas ambiciones, nobles aspiraciones, como entusiasmo, esfuerzo y perseverancia, voluntad y un motivo que dé sentido a !a propia existencia, por lo que fracasan quienes se olvidan de vivir cegados por la raquítica ambición de atesorar riquezas y honores.
Es fácil desenmascarar la ambición perniciosa y desmedida de la ambición legítima y loable. La primera viene marcada y definida por el egoísmo y el afán sin medida de acaparar riquezas, honores y poder para sí, no importa por qué medios, admitiendo engaños, sobornos, injusticias. El otro es un enemigo, un competidor a quien tengo que engañar. Debo ser más inteligente y perverso que él para arrebatarle lo que tiene y sumarlo en mi haber. La segunda es una ambición noble que tiene como marca de clase bien definida la generosidad y el bien de los demás.
Los bienes, riquezas y honores que se obtienen, siempre por medios dignos, no se quedan en el sujeto como exclusivo dueño, sino que revierten sobre la sociedad, contribuyen a reducir los niveles de pobreza, a elevar la preparación cultural y profesional, a promover el bien común, a hacer el bien...
Si, como afirmó Marco Aurelio, «nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos», sembremos en las tiernas mentes de nuestros hijos pensamientos de generosidad, de optimismo, de actitudes positivas, de comprensión y entrega a los demás, de nobles aspiraciones y deseos de mejorar, para que sepan elegir el camino de una legítima y noble ambición.
  Ángel-Dandy

martes, 15 de marzo de 2011

DAR



Dar

“Más feliz es el que da que el que recibe” (San Pablo) 
"Quien recibe agradecido da copiosas cosechas" (Willian Blake). 
"Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta" (San Agustín).
"Haz las cosas no para que te las agradezcan, pero trata de hacerlas para gente agradecida"
Uno de los verbos que en nuestra sociedad cuesta mucho trabajo desarrollar es el verbo DAR. Nos cuesta trabajo dar; es mucho más interesante recibir; si damos nos quedamos sin nada y eso no nos gusta. Sin embargo es curioso contemplar cómo algunas actrices famosas así como otros personajes “importantes” de la sociedad parece que han descubierto la razón de su existencia cuando han dejado el ritmo de su vida tan “envidiable” y se han puesto a gastar gran parte de su fortuna y tiempo en alguna causa que busca el bien ajeno, ya sea en favor de personas marginadas o en defensa del medio ambiente.
De ahí que uno piense entonces que esa actitud de dar (que no es simplemente despojarse de cosas, sino enriquecer al otro con los propios valores, con actitudes de generosidad y afecto) puede realmente colmar y calmar lo más íntimo de nuestro ser. Por eso, como dice Bernabé Tierno, psicólogo y psicopedagogo español, “el que da de sí mismo no se empobrece, antes bien, se enriquece con la alegría de su propia generosidad”.
Nadie hay tan pobre que no tenga la oportunidad de dar algo. Hasta el más mísero de los mortales nos puede dar algo tan valioso como la ocasión de ayudarle, la oportunidad de estimular nuestra generosidad y vencer el egoísmo. El valor de una persona no se mide por la cantidad de lo que da, sino por la alegría y generosidad que manifiesta en sus detalles. La generosidad, pues, no es monopolio de los que tienen, de los ricos, sino patrimonio universal de cualquier corazón biennacido: Una sonrisa en la incomprensión, una mano tendida en la dificultad, una palabra de cariño en el dolor, una presencia oportuna en la soledad, un trozo de pan compartido en la escasez,... son las formas concretas de un amor que construye a la persona y a la humanidad. Todos tenemos un corazón capaz de generar amor y comprensión a raudales, sean cuales fuesen nuestras capacidades intelectuales o nuestro nivel económico y cultural.
El secreto está en saber poner nuestro corazón en cada acción generosa y abrirlo a los demás cuando abrimos nuestras manos y si no que se lo digan al mendigo de esta maravillosa historia que nos dejó el gran escritor de la India R. Tagore:
“Iba yo mendigando de puerta en puerta por el camino de la aldea, cuando tu carroza apareció a lo lejos como un sueño hermoso. Yo me pregunté maravillado quién sería aquel rey de reyes. Mis ilusiones volaron hasta el cielo y pensé que mis días malos se había acabado. Tu generosidad me sacaría de la pobreza...
La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin. Y de pronto, tú extendiste tu mano diciéndome:
-¿Puedes darme alguna cosa?
Y yo me quedé pasmado. ¡Qué ocurrencia, pedirle a un mendigo! Estaba confuso y no sabía qué hacer. Al fin saqué despacio de mi saco un granito de trigo y te lo di. ¡Qué sorpresa la mía, cuando al vaciar por la tarde mi saco encontré un grano de oro entre los granos de trigo!... ¡Qué amargamente lloré por no haber tenido corazón para darte todo lo que tenía” (R. Tagore)
Y otro más.-
"Una anciana de ochenta y cinco años estaba siendo entrevistada con motivo de su cumpleaños. La periodista le preguntó qué consejo daría a las personas de su edad.
-Bueno -dijo la anciana- a nuestra edad es muy importante no dejar de usar todo nuestro potencial; de lo contrario éste se marchita. Es importante estar con la gente y siempre que sea posible, ganarse la vida prestando un servicio. Eso es lo que nos mantiene con vida y con salud
-¿Puedo preguntarle qué es exactamente lo que hace usted para ganarse la vida a su edad?
-Cuido de una anciana que vive en mi barrio.-fue su inesperada y deliciosa respuesta".
El amor cura a todos, tanto a quienes lo reciben como a quienes lo dan.
Ángel-Dandy

sábado, 12 de marzo de 2011

Una canción preciosa.



Aquí te sugiero una de las canciones más bellas de la música. Yo la he escuchado tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados y... es una gozada. Espero que te guste. Un saludo de paz.

viernes, 11 de marzo de 2011

Las alternativas


Las alternativas

“Un ratón no confía nunca su vida a un solo agujero” (Plauto).
“No digas: Es imposible. Di: no lo he hecho todavía” (Proverbio japonés).
“El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta” (Ch. Dickens).
“No debemos sujetar nuestra nave con una sola ancla, ni nuestra vida con una sola esperanza” (Epicteto).
“La vida no consite en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que se tiene” (Josh Billings).
“Dios Padre, concédeme SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar; VALOR para cambiar aquellas cosas que puedo; y SABIDURIA para reconocer la diferencia” (San Franscisco de Asís).
“No pierdas un minuto en lamentaciones que no conducen a ninguna parte”
“Un hombre es un horizonte siempre abierto a cualquier posibilidad de cambio” (Ortega y Gasset).

En la sociedad hay personas bloqueadas, cerradas en sí mismas, que cada día labran su propia desgracia y fracaso porque todo su tiempo y esfuerzo lo emplean en culpar a los demás de sus desgracias, en lamentarse de todo y por todo, sin hacer apenas nada para encontrar una salida a su desempleo, su pobreza o su desgracia personal.

También hay personas movidas por una especial ilusión, alegría y tesón, que todo lo hacen depender de sí mismas y no pierden ni un instante en lamentarse. Toda su energía interior la transforman de manera mágica en eficacia; aprovechan lo mejor de sí mismas.

Las alternativas son estrategias concretas para cambiar algo que no nos gusta en nuestro modo de proceder, en nuestros hábitos, en nuestra conducta., es decir, un cambio inteligente de la conducta, de encontrar una alternativa válida que nos permita llegar hasta las causas y poner los remedios oportunos (Puede servir desde dejar de fumar, hasta control alimenticio, romper la timidez, la ira, y todo lo que nos desagrada).

Motivos para cambiar (a nivel psicológico, afectivo, fisiológico,...)
Descríbete, “píntate”, claramente tal como te gustaría ser, la “meta” a la que aspiras.
Descomponer el objetivo difícil en pasos lo suficientemente pequeños y fáciles como para tener la máxima probabilidad de ir avanzando con éxito. Tener claro que lo difícil lo haremos fácil poco a poco.
Obsérvate a ti mismo durante una o dos semansas (incluso con anotaciones)
Apoyo incondicional de los que te rodean: ¡Es posible cambiar y mejorar!
Llevar una tabla o cuadro para registrar las “caídas”.
Hazte una lista de recompensas o premios por ser fiel cumplidor de cuanto llevas realizado.

Es fundamental el valor de estar dispuesto a cambiar, de buscar alternativas ante la propia ineficacia, ante las dificultades de cada día, ante nuestros errores y defectos de siempre.

Desde pequeños estamos educados a pensar en positivo (buscando alternativas ante las dificultades) o en negativo (y permanecer inmóviles, convencidos de que es inútil intentar encontar vías de solución. El secreto del éxito está en la firme disposición de cambiar los pensamientos negativos por creencias positivas sobre nosotros mismos, que nos pemitan encontrar alternativas válidas a nuestros problemas y dificultades. El cambio comienza en nuestra mente, en nuestro ser interior (la historia de pedir a Dios cambiar uno mismo antes que cambien los demás)

Encarar cualquier problema desde una actitud serena, sin nerviosismos, descalificaciones. Somos dueños de nuestro destino en la medida en que lo somos de nosotros mismos y de nuestras actitudes.
Reunir toda la información posible sobre el problema, reduciéndolo a sus puntos básicos.
Definir el problema y percibirlo como cuestión propia que nos afecta.
Dejar canales abiertos para la incorporación de cualquier dato o información adicional.
Búsqueda de alternativas válidas.
Elección, toma de decisiones y paso a la acción.
Valoración de resultados y consecuencias para el futuro.

En conclusión: Si nos convenciéramos de que un fracasado gasta tanta energía en su tarea de fracasar como la que gasta una persona afortunada en alcanzar el éxito, la palabra imposible caería en desuso y lo normal sería la eficacia.

Ángel-Dandy

miércoles, 9 de marzo de 2011

Reflexiones




Aquí te presento esta sugerencia de una maestra de Marmolejo (Isabel María) por si te puede servir:

Estoy totalmente de acuerdo en cuanto a la importancia de los valores.
En el colegio donde trabajo, comenzamos cada mañana haciendo una reflexión con nuestros alumnos partiendo de una frase que dijera en algún momento de la historia una persona importante. Os dejo la lista de marzo para que, quien quiera, comience la mañana con un aprendizaje significativo, una reflexión o un pensamiento positivo.

Buen mes a todos.
Isa.

FRASES DEL DÍA DEL MES DE MARZO-2011

MIÉRCOLES 2: “A veces sentimos que lo que hacemos es una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” (Madre Teresa de Calcuta, misionera yugoslava nacionalizada en India)

JUEVES 3: “Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestras faltas de gratitud por lo que tenemos” (Daniel Defoe, escritor y periodista inglés)

VIERNES 4: “El secreto del hombre interesante es que él mismo se interesa por todos” (Charles Péguy, filósofo, escritor, poeta y ensayista francés)

LUNES 7: “Más que resolver el problema de la injusticia en el mundo, lo que importa es ir resolviendo cada día pequeñas injusticias que están a nuestro alcance” (Norberto Bobbio, jurista , filósofo y escritor italiano)

MARTES 8: (Día de la mujer trabajadora) “No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente” (Virginia Wolf, escritora británica)

MIÉRCOLES 9: “Una mentira en la prensa es como la hierba en un bello prado: crece por sí sola” (Víctor Hugo, poeta, dramaturgo y novelista francés)

JUEVES 10:“Para el hombre ocupado, no hay día largo” (Séneca, filósofo romano)

VIERNES 11: “Los años enseñan muchas cosas que los días desconocen” (Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta estadounidense)

LUNES 14: “Ama un solo día y el mundo habrá cambiado” (Robert Browning, poeta y dramaturgo inglés)

MARTES 15: "El ordenador nació para resolver problemas que antes no existían."
(Bill Gates, empresario estadounidense fundador de la empresa de software Microsoft)

MIÉRCOLES 16: “La libertad es ser quien yo soy, no quien esperan que sea” (Jorge Bucay, psicólogo y escritor argentino)

JUEVES 17: “La buena suerte no es casual; es producto del trabajo.” (Emily Dickinson, poetisa estadounidense)

VIERNES 18: “El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de de sus sueños. ¡Nunca dejes de soñar”! (Eleanor Roosvelt, escritora, diplomática, activista por los derechos humanos estadounidense.)

LUNES 21: “Estar cerca del que más sabe hace mas sabio al que no sabe” (Jorge Bucay, psicólogo y escritor argentino)

MARTES 22: “Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama” (Aristóteles, filósofo griego)

MIÉRCOLES 23: “El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba”. (Petrus Jacobus Joubert, militar y político sudafricano)

JUEVES 24: “Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro” (Platón, filósofo griego)

VIERNES 25: “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces, él se convierte en tu compañero.” (Nelson Mandela, político y pacifista sudafricano)

LUNES 28: “No te des por vencido antes de ser vencido” (Jorge Bucay, psicólogo y escritor argentino)

MARTES 29: “Hay caídas que sirven para levantarnos más sabios y felices” (William Shakespeare, dramaturgo, poeta y actor inglés)

MIÉRCOLES 30: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (Albert Einstein, fisico e inventor alemán)

JUEVES 31: ¡Cuántas cosas hay que no necesito!” (Platón, filósofo griego)

martes, 8 de marzo de 2011

Una reflexión sobre la Cuaresma.


Hoy Miércoles día 9 de Marzo comienza un tiempo especial para los cristianos: La Cuaresma. El pasado fin de semana le tocaba el turno a "los carnavales" para anunciar precisamente eso.
Al margen de cualquier tipo de creencia, tres son los pilares o frentes a los que se nos invita a mirar durante estos 40 días: Por un lado, la mirada hacia el prójimo con el gesto del compartir, de la solidaridad, de la justicia, de hacerme yo mismo próximo-prójimo con el que convivo.
Otra segunda mirada es hacia Dios: descubrir en mi Dios la fuente de mi vida, de mi gozo y de mi compromiso.
Una última mirada es hacia uno mismo:
- Acéptate tal como eres y esfuérzate por ser todo lo que puedas llegar a ser. También es fundamental aceptar al otro tal como es.
- Perdónate; desecha todo complejo de culpabilidad, que es paralizante.
- Valórate: No eres pura incapacidad.
- No te compares: El comparativo es fuente de inquietudes y tristezas; origina envidas y complejos. El día que renunciemos al comparativo, encontraremos la paz. Cada ser humano es irrepetible. Estamos llamados a ser todo lo que podamos, pero nunca más o menos que el otro.
- Ámate: ámate respetuosa y exigentemente; ámate comprensiva y compasivamente.

domingo, 6 de marzo de 2011

Volar alto


Volar alto

“Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer”

Estas palabras del maravilloso libro “Juan Salvador Gaviota” que aconsejo que leas, me sirven para introducir este artículo titulado “Volar alto”.
Es necesario volar alto
porque vivimos para comer y no comemos para vivir,
porque ganamos para consumir y no para compartir,
porque tenemos semillas de eternidad y nos hundimos en la monotonía,
porque sabemos lo que pasa a 3.000 kilómetros de distancia y no somos capaces de preocuparnos por lo que le ocurre a nuestros vecinos,
porque hemos traducido la palabra felicidad por ganar o triunfar,
porque hablamos de derechos máximos destruyendo la vida del inocente,
porque somos capaces de comprar terrenos en otros planetas mientras destruimos la Madre Tierra,
porque primero “soy yo, después yo y lo que sobra, para mí”,
porque nos creemos realizados cuando somos fotocopias del ídolo de turno (ya sea deportivo, musical, político o religioso)
Y, sobre todo, porque todos tenemos alas para ser águilas:
Un día, un campesino encontró en el bosque una cría de águila. La cogió con cariño y la llevó al corral de sus pollos. Al cabo de un año, pasó por la granja de aquel hombre un estudioso de la naturaleza y de los animales. Vio allí el aguilucho y se sorprendió:
- ¿Qué hace un águila viviendo entre los pollos, buen hombre?
- Está conforme en este sitio: no ansía volar e incluso come lo que comen los pollos. Es como uno de ellos -dijo el campesino.
- Pero es un águila, y seguro que conserva corazón de águila. Déjeme probar.
Y el campesino le dejó. Puso el hombre al águila en su hombro y le habló:
- Tú has nacido para las alturas. Sube. Vuela al cielo que es tu reino.
El águila dudó, pero casi al instante saltó al suelo y se juntó de nuevo con los pollos.
El naturalista no se conformó. La volvió a subir, ahora a un tejado:
- El corral es estrecho y sucio. Abre tus alas y sube al cielo -le dijo.
Volvió el ave a mirar de reojo hacia el corral, pero el hombre la retuvo. Al final optó por subirla a la cima de una montaña. El sol dio de cara al águila y el viento ahuecó sus plumas. El viento le murmuró:
- “Vente, venteeeee,...”
De pronto el ave gritó, abrió las alas y ensayó a volar, con miedo al principio y después con ansia, con altura y con rapidez. Alguna vez el águila ha sentido nostalgia de la vida fácil del corral de los pollos. Incluso los ha visitado en alguna ocasión. pero no ha llevado nunca ya vida de pollo. Ella es un águila.
Tenemos que superar nuestros miedos, dejar de ser gallinas para empezar a ser águilas pues de lo contrario nos pasaremos la vida escarbando en la tierra y comiendo gusanos.
Hay que volar hacia lo alto. Es necesario observar, pensar, reflexionar y no dejarnos llevar por la sociedad.
Dentro de cada uno de nosotros hay algo hermoso. En tu interior hay algo grande que poco a poco tiene que crecer y realizarse. Hace falta potenciar la autoestima y ser como águilas auténticas.
Ángel-Dandy

jueves, 3 de marzo de 2011

La alegría de vivir

La Alegría de vivir

“El que canta es el primero en recibir los beneficios de la melodía: alegría de corazón, paz de espíritu, felicidad”.
“Todos los animales salvo el hombre saben que el principal objeto de la vida es gozarla”.
“Buscas la alegría en torno a ti y en el mundo (en las circunstancias). ¿No sabes que sólo nace en el fondo del corazón?” (Tagore)
“El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace”.
“Nuestra felicidad depende de la distancia entre nuestros deseos y lo que tenemos”.
“Si uno no sabe gozar de la vida, inevitablemente será una carga para los demás”.
“Si lo que te preocupa y amarga no tiene solución, ¿para qué preocuparte y amargarte? y si la tiene, ¿para qué preocuparte y amargarte?”
“Abrir nuestros sentidos, nuestro cuerpo y nuestro espíritu es inundarse de la paz, la fuerza, el orden y la belleza de esa maravillosa sinfonía de la creación y así descubrimos que la vida en sí misma es un generador constante de alegría”.

La alegría se aprende y se descubre

Un niño desde su más tierna infancia, ha de ser educado para la alegría poniéndole en contacto directo con el equilibrio, el orden, la fuerza y la belleza de los seres que le rodean.
Debemos cambiar nuestras actitudes deprimentes, negativas y derrotistas por otras entusiastas, positivas y esperanzadoras si queremos descubrir valores humanos.

Sugerencias para convertir la alegría en hábito

Elevar el nivel de autoestima del individuo, haciendo que se sienta importante y necesario en la familia, en la escuela, en definitiva, por los demás.
Llevar una vida ordenada y sencilla, disfrutando de las cosas pequeñas y cotidianas que están al alcance de cualquiera: el descanso, el diálogo familiar, el contacto con la Naturaleza, la diversión sana, el vivir intensamente el presente.
Pensar siempre en positivo, no pemitiendo la entrada a nuestra mente del derrotismo y actitudes deprimentes y deseperanzadoras.
Conseguir que nuestra ocupación o trabajo sea fuente de alegría.
Fomentar cada día, en cada instante, los sentimientos de aceptación, de conformidad y hasta de complacencia y alegría de la realidad cotidiana, sea cual fuere.
No te conformes con sentir la alegría dentro de ti, haz que aflore al exterior y contágiala a quienes te rodean con palabras, actitudes y gestos que le arrastren a compartir tu propia alegría.
Aprende a no perder ni un instante en lamentaciones y quejas inútiles sobre algo que es irremediable (como el jarrón que se ha roto, un día de lluvia, el robo del coche, una enfermedad incurable,...). Acepta lo irremediable, ya que una actitud de protesta y disgusto por algo que no tiene solución te privará de la alegría de vivir.
Convierte la alegría en fiel compañera de la vida.
La verdadera alegría, la que nace del corazón, de profundas motivaciones, se manifiesta más por el estado de constante placidez, fácil sonrisa y buen humor que por la carcajada fácil, miedosa, superficial y momentánea.
La verdadera alegría nace siempre de la bondad de nuestras acciones y de nuestras intenciones.

Decálogo para saber vivir

  1. Vivir mi vida como lo más apasionante y fantástica aventura está en mis manos (esto supone amarme y aceptarme a mí mismo y a los demás, recordando que yo debo ser mi propio mejor amigo, tratarme con ternura y dando una razón a mi existencia)
  2. Aprender a hacerme cargo de mí mismo y ser persona autodisciplinada, evitando un absurdo perfeccionismo, perder tiempo y energías por sentimientos de culpa, inferioridad,...
  3. El perdón es la “llave maestra de la felicidad” porque nos hace comprensivos, profundos, inteligentes y buenos (el perdón es la úniva venganza).
  4. Dos tremendos obstáculos que nos apartan de la felicidad son: la búsqueda de la aprobación de los demás y el estar siempre pendientes del qué dirán.
  5. Tener un ideal que me haga sentir intensamente la plenitud interior de un porqué”, de un “motivo” fuerte que me realice plenamente (Ejemplo del Abbé Pierre).
  6. Saber vivir con alegría supone no estar disponible a las neurosis de quienes de manera constante pretenden hacernos sentir como unos seres despreciables y que nos culpabilicemos siempre y por todo.
  7. El amor tiene una fuerza incontenible. Es bueno recordar que “el miserable quiere que yo sea también miserable y si no lo soy le desarmo y le rompo sus esquemas”.
  8. La aceptación es la primera ley del crecimiento personal y es condición para la felicidad y para saber vivir.
  9. La ira y el mal genio son reacciones aprendidas ante la frustración.
  10. Vivir la experiencia de una amistad auténtica es imprescindible a cualquier se humano para ser feliz.

Métodos para acabar para siempre con la infelicidad

Darte cuenta del dolor, de la aflicicón o del desasosiego que sufres y cuál es el motivo; de dónde sale, en verdad ese sufrimiento. Si te sientes molesto, darte cuenta en seguida de ello y de donde nace este malestar. (Si dices que estás molesto porque alguien se ha portado mal contigo, no se puede entender que tú te castigues porque otros se comportan mal. Tiene que haber otro motivo más personal escondido. Obsérvalo).

Darte cuenta de que el sufrimiento o las molestias se deben a tu reacción ante un hecho o una situación concreta y no a la realidad de lo que está ocurriendo. (Si vas a ir al campo y llueve, el enfado no está en la lluvia -que es la ralidad-, sino en tu reaccción porque se han contrariado tus planes o el ejemplo de las dos personas durmiendo en una terraza en verano y hay ruido).

Solemos echar la culpa a la realidad y no nos queremos dar cuenta de que son nuestras reacciones programadas las que nos contrarían. Tenemos unos hábitos inculcados, como automatismo que funcionan como una maquinita autómatica: A tal pregunta, tal respuesta, a tal contrariedad, tal reacción. Y funcionamos como robots. La cultura nos inculca unas leyes rígidas, cuya única razón es “que siempre se ha hecho así” Y con esta razón tan endeble somos capaces de matarnos por defender: “honor”, “patria”, “bandera”, “raza”, “familia”, “buenas costumbres”, “buena fama” y muchas más palabras que no encierran más que ideas, sin sentido real que nos han inculcado como “cultura”. Y lo mismo ocurre con las ideas religiosas. Lo importante es ser y no el figurar.

La vida es, en sí, un puro gozo y tú eres amor-felicidad como substancia y potencial a desarrollar. Sólo los obstáculos de la mente nos impiden disfrutar plenamente. La clave es tu reacción a los acontecimentos y ésta depende de ti. Obsérvalo y compréndelo.

Recibe un abrazo de Paz. Ángel-Dandy


miércoles, 2 de marzo de 2011

Actitudes y Valores



Actitudes y valores

“El hábito es al principio ligero como una tela de araña, pero bien pronto se convierte en un sólido cable” (Porverbio hebreo).
“Lleva virilmente los cambios de fortuna sin enorgullecerte del éxito ni dejarte abatir por los contratiempos; sé como una roca, y no como un espantapájaros que el viento mueve de un lado a otro” (Cleóbulo de Lindio)
“Los problemas nacen de la mente. Tú pones los problemas” (Antony de Mello).
Las actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir, y actuar en consonancia con nuestros valores. Son consecuencia de nuestras convicciones o creencias más firmes y razonadas de que algo vale y da sentido y contenido a nuestra vida. Cosntituyen el sistema fundamental por el que orientamos y definimos nuestras relaciones y conductas con el medio en que vivimos.
Estabilidad, consistencia y perfectibilidad, es decir, su resistencia al cambio caprichoso. Sin embargo, todas las actitudes positivas son flexibles y admiten cambios y revisiones críticas que hacen posible una dinámica de perfeccionamiento gradual.
Su componente es básicamente intelectivo y afectivo, casi en idéntica proporción. La eleccción viene cuando nuestra mente conoce, juzga y acepta un valor determinado.
Los hábitos adquiridos con la educación recibida tienen mayor fuerza que la herencia biológica.
Determinan en buena medida el comportamiento, ya que son hábitos operativos que conducen a la acción.
Son un pronóstico fiable de la conducta de cualquier individuo.
Siempre hacen referencia a unos valores en concreto.
Diferenciar actitud de otros conceptos muy próximos (instinto, disposición,...)
Impulsos instintivos: Son innatos y se ciñen a un sólo acto; las actitudes son adquiridas y están abiertas a muchas operaciones y posibilidades.
La disposición conduce a la actitud pero aún no lo es.
La voluntad ocupa un lugar muy importante para conseguir esas actitudes.
¿Cómo formar las actitudes?
Ilusionar, animar y despertar el deseo y el interés por repetir la conducta deseada., es decir, motivar , reforzando, alabando y alentando todo acto positivo con el fin de despertar en el sujeto el deseo de repetirlo.
Facilitar la imitación de modelos positivos: “Las palabras convencen, los ejemplos arrastran”.
Pasar a la acción, ya que la acción transforma a las personas.
Control y evaluación de la propia conducta, manteniendo una charla amistosa y crítica con nosotros mismos periódicamente para valorar los esfuerzos realizados.
Comprometerse voluntaria y públicamente en la formación de hábitos que lleven a la adquisión de la actitud deseada.
Proporcionar el ambiente más adecuado y las circuntancias más favorables.
Ángel Sánchez, Dandy