En el mes de Agosto son muchos los pueblos y ciudades que tienen sus fiestas: Fiestas patronales, Fiesta del Emigrante, etc. Por eso, surge este artículo para distinguir entre IR DE FIESTA O ESTAR DE FIESTA.
¿Qué ocurre? Pues eso, que un año más llegan las fiestas, las tan deseadas fiestas para muchas personas. Durante varios días saldremos de la rutina, veremos gente nueva.
En este ambiente festivo, no hay que olvidar que uno de los aspectos más importantes de la persona humana, es la distinción entre ir de fiesta o estar de fiesta, dos realidades muy parecidas en la expresión pero con dos contenidos totalmente diferentes: Ir de fiesta es algo momentáneo, que surge en momentos concretos y puntuales, aunque sean repetitivos. Estar de fiesta es saber descubrir que toda la vida, cada día, cada minuto, cada segundo y no sólo los “oficialmente” de marcha y diversión hay que sentirse plenamente feliz, aunque sea estando enfermo en una cama, sin poder ir de fiesta. Este camino no es fácil ni de aceptar ni de asumir, por eso te sugiero una serie de “pistas” para hacer de la vida una fiesta continua. Espero que te puedan servir. Ánimo y buen provecho:
Si no busco el poder, ningún poderoso podrá hacerme daño.
Si no ambiciono riquezas jamás me sentiré amenazado por la miseria.
Si no corro tras los honores, convertiré toda humillación en humildad.
Si no me comparo con nadie, seré feliz con lo bueno que hay en mí mismo.
Si no me dejo invadir por la prisa, encontraré tiempo para todo lo necesario.
Si no soy esclavo de la eficacia daré el fruto que los demás esperan de mí.
Si no me enredo en la competitividad entraré en comunión con lo bueno que hay en todo.
Si vivo a fondo el momento presente, seré dueño absoluto del pasado y del futuro.
Si acepto el fracaso en mi vida, habré librado mi vida de toda frustración.
Si vivo para el AMOR, el AMOR estará siempre vivo para mí.
Recibe un abrazo de Paz. Ángel-Dandy