miércoles, 2 de marzo de 2011

Actitudes y Valores



Actitudes y valores

“El hábito es al principio ligero como una tela de araña, pero bien pronto se convierte en un sólido cable” (Porverbio hebreo).
“Lleva virilmente los cambios de fortuna sin enorgullecerte del éxito ni dejarte abatir por los contratiempos; sé como una roca, y no como un espantapájaros que el viento mueve de un lado a otro” (Cleóbulo de Lindio)
“Los problemas nacen de la mente. Tú pones los problemas” (Antony de Mello).
Las actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir, y actuar en consonancia con nuestros valores. Son consecuencia de nuestras convicciones o creencias más firmes y razonadas de que algo vale y da sentido y contenido a nuestra vida. Cosntituyen el sistema fundamental por el que orientamos y definimos nuestras relaciones y conductas con el medio en que vivimos.
Estabilidad, consistencia y perfectibilidad, es decir, su resistencia al cambio caprichoso. Sin embargo, todas las actitudes positivas son flexibles y admiten cambios y revisiones críticas que hacen posible una dinámica de perfeccionamiento gradual.
Su componente es básicamente intelectivo y afectivo, casi en idéntica proporción. La eleccción viene cuando nuestra mente conoce, juzga y acepta un valor determinado.
Los hábitos adquiridos con la educación recibida tienen mayor fuerza que la herencia biológica.
Determinan en buena medida el comportamiento, ya que son hábitos operativos que conducen a la acción.
Son un pronóstico fiable de la conducta de cualquier individuo.
Siempre hacen referencia a unos valores en concreto.
Diferenciar actitud de otros conceptos muy próximos (instinto, disposición,...)
Impulsos instintivos: Son innatos y se ciñen a un sólo acto; las actitudes son adquiridas y están abiertas a muchas operaciones y posibilidades.
La disposición conduce a la actitud pero aún no lo es.
La voluntad ocupa un lugar muy importante para conseguir esas actitudes.
¿Cómo formar las actitudes?
Ilusionar, animar y despertar el deseo y el interés por repetir la conducta deseada., es decir, motivar , reforzando, alabando y alentando todo acto positivo con el fin de despertar en el sujeto el deseo de repetirlo.
Facilitar la imitación de modelos positivos: “Las palabras convencen, los ejemplos arrastran”.
Pasar a la acción, ya que la acción transforma a las personas.
Control y evaluación de la propia conducta, manteniendo una charla amistosa y crítica con nosotros mismos periódicamente para valorar los esfuerzos realizados.
Comprometerse voluntaria y públicamente en la formación de hábitos que lleven a la adquisión de la actitud deseada.
Proporcionar el ambiente más adecuado y las circuntancias más favorables.
Ángel Sánchez, Dandy

2 comentarios:

Ángel Dandy dijo...

Los valores y las actitudes son esenciales, a veces cambiando un poco el chip de nuestros propios compromisos para seguir consiguiendo hacer este mundo algo más respirable.

Isabel Mª Barragán Vicaria dijo...

Creo que me he equivocado en el lugar donde debí ubicar las frases para comenzar el día. Si el mes que viene, os parece que pueden aparecer también, las ubicaré aquí en actitudes y valores.

Ángel, gracias por el Blog y por tus reflexiones.