miércoles, 26 de marzo de 2014

ALGUNAS FRASES SOBRE LA VIDA (3ª parte).-

REFLEXIONES SOBRE LA VIDA (3º parte):


SOBRE LA AYUDA AL PRÓJIMO (QUE EN EL FONDO ES AYUDARSE A SÍ MISMO).-

1.  "Ojos atentos, oídos abiertos, labios dispuestos, manos entregadas, pies ligeros, corazón inmenso... el secreto de la vida": Estando una vez de reunión con un grupo de gente joven, se me ocurrió dibujar una figura que representaba de Jesucristo. A continuación les decía  a los chavales qué es lo que resaltaban de esa persona por lo que sabían de Él. Empezaron a decir todos aquellos momentos en los que Jesucristo mostraba una entrega a los demás y, además,  coincidiendo con ese estilo de vida, lo aplicábamos a las distintas partes del cuerpo. Concluimos con la frase que aparece al principio e insistíamos que si fuéramos capaces de tener esos ojos atentos a las necesidades de los demás, esos oídos abiertos para escuchar el clamor de los que sufren, esos labios dispuestos a dar una palabra de aliento, esas manos entregadas y desgastadas por hacer el bien, esos pies ligeros para acercarnos a las personas que se encuentran en las cunetas de la vida y ese corazón inmenso, grande para amar y fuerte  para luchar, conseguiríamos dos cosas esenciales: La primera: Mejorar un poco más nuestro mundo… y la segunda: Descubriríamos EL SECRETO DE LA VIDA.
2.   “Sufrir dando, dando sufriendo... la grandeza del ser humano": Este juego de palabras puede resultar engañoso a primera vista y sin embargo son dos verbos que en la práctica son inseparables. Darse a los demás sería el equivalente a la cera de una vela que según va quemándose la mecha, así se va derritiendo la cera hasta desaparecer… Una vez leí en un póster: “El día que mi “yo” desaparezca podré decir que mi vida se ha realizado plenamente”. Todos sabemos que ese virus que se nos mete hasta lo más íntimo de nuestro ser y que se llama “egoísmo” es la fuerza casi absoluta (y digo casi absoluta, porque el amor le puede, je je), fuerza  que mueve la historia de la humanidad y la de cada uno de nosotros en cualquiera de sus manifestaciones: Amor propio, soberbia, envidia, rencor, avaricia… éstos son algunos rostros de la misma realidad: “Yo, mí, me, conmigo…” Por eso conjugando los verbos sufrir y dar, descubrimos también dos realidades: La primera que dar y darse supone siempre un sufrimiento, porque es ir contra esa fuerza interior llamada “mi ego”, “mi yo”.. Y la segunda, que se puede sufrir de muchas maneras y por muchas causas, pero cuando el sufrimiento es fruto de la entrega, fruto del darse, entonces, como dice nuestro refranero: “Palos con gusto no duelen”.
3.   "Servir, servir y servir... he ahí el secreto de la felicidad": Para concluir este bloque sobre la ayuda a los demás, me remito a una oración atribuida a San Francisco de Asís, su famosa Oración de la Sencillez u Oración de Paz, en la que al final dice: “Porque dando es como se recibe, comprendiendo a los demás es como uno es comprendido y olvidándose de uno mismo es como uno se encuentra”. Servir sin esperar nada, ni reconocimientos ni alabanzas ni críticas, sólo por el gozo de servir… y comenzando con pequeños detalles: Una sonrisa, decir las cosas por favor, servir con el silencio, servir de todas las maneras posibles, a toda la gente posible, en cualquier circunstancia posible de tiempo y lugar.

Con los mejores deseos, recibe un abrazo de Paz.

Ángel-Dandy


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