FRASES SOBRE LA VIDA (4º parte: ¿Dónde encontrar
la Felicidad?)
La felicidad no es la meta de la vida, la felicidad es el camino
por el que vivimos la vida: Si buscas
la felicidad nunca llegará a ti porque ya la tienes dentro. En una ocasión
Jesús llegó a decir: “Si os dicen que el
Reino de los Cielos vendrá por aquí o por allá, no hagáis caso, porque el Reino
de los Cielos está ya dentro de vosotros” (Lucas 17, 20-21). Esa misma
frase se puede aplicar al tema de la felicidad: Si te dicen que la felicidad
está aquí o allí, en esta circunstancia sí y en esta circunstancia no, no hagas
caso, porque tú ya eres felicidad y eres la única persona que puede decidir si quieres o no quieres ser
feliz. Nada ni nadie te lo puede impedir, sólo tú mismo/a. Ser feliz es la máxima aspiración de todo ser humano. Todos
queremos ser felices pero hay algo fundamental a tener en cuenta. Como decía
Gandhi sobre la paz: “No hay camino para
la paz, la paz es el camino”, de igual manera, no hay camino para la
felicidad, la felicidad es el camino por
el que vamos recorriendo nuestra vida.
Lo que pasa es que, o bien por nuestra propia realidad o bien por las
circunstancias, nos hacen creer (y nosotros mismos nos lo creemos) que seremos
felices cuando se cumplan nuestros deseos y son,precisamente esos deseos
convertidos en apegos, los que nos impiden ser felices en profundidad, sobre
todo cuando no se cumplen. Por eso se dice que no hay que buscar la felicidad,
que basta pararse y disfrutarla porque ya la poseemos:
En cierta ocasión,
se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer.
Planearon hacerlo a su imagen y semejanza. Entonces uno de ellos
dijo:
- “Esperen, si los
vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al
nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra. Debemos pensar en algo
que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos
dioses. Debemos quitarles algo, pero ¿qué les quitamos?”
Después de mucho
pensar, uno de ellos dijo: “¡Ah, ya sé! Vamos a quitarles la felicidad, pero el
problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamás”.
Propuso el 1°:
“Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo”, a lo que
inmediatamente repuso otro: “No, recuerda que les dimos fuerza; alguna vez
alguien subirá y la encontrará y si la encuentra uno, todos sabrán dónde está”.
Luego propuso otro:
“Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar”, y otro contestó: “No,
recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien construirá un equipo
por el que puedan entrar y bajar, entonces la encontrarán”.
Uno más dijo:
“Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra”. Y le dijeron: “No, algún día
alguien construirá una nave en la que puedan viajar a otro planeta y la
descubrirán, entonces todos tendrán felicidad y serán igual a nosotros”.
El último de ellos,
era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una
de las propuestas de los demás dioses. Analizó cada una de ellas y
entonces rompió el silencio y dijo: “Creo saber dónde ponerla para que
realmente nunca la encuentren”.
Todos voltearon y
preguntaron al unísono: “¿DÓNDE?”
-“La esconderemos
dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca
la encontrarán”.
Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces
ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la
trae consigo.
Recibe un abrazo de Paz.
Ángel-Dandy
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