“NO ESTÁS EN LO QUE ESTÁS”
De siempre
me ha gustado leer y rumiar libros de los llamados de Autoayuda (por ejemplo “Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida” de Dale Carnegie,
Editorial Edhasa y que aconsejo desde estas líneas), así como artículos
variados sobre este tema. Y mira por donde, la clave de todo un planteamiento
de vida está en esta frase que cuántas veces nos la han repetido nuestros
padres, nuestros maestros o cualquier otra persona que nos ha mandado a hacer
algo: “No estás en lo que estás”.
Y ¿qué
tiene esta frase para que adquiera esa importancia? Esta frase, analizada en
profundidad, nos enseña la clave de la vida para eliminar cualquier clase de
preocupación, ansiedad, malestar o agobio.
“No estás
en lo que estás,” nos quiere recordar que No estás con tu MENTE en lo que
estás con tu CUERPO: Es tener la mente en una cosa y el cuerpo en otra. Es
no estar al 100 % en lo que estamos haciendo. Estamos pensando en una cosa y
haciendo otra o, como se nos decía en la escuela, “Estás pensando en las musarañas”, “Estás en Babia” u otras expresiones parecidas.
No estás
en lo que estás supone:
· Estar en
el presente pero añorar el pasado muerto.
· Estar en
el presente pero agobiarte por un futuro irreal.
· Más que
tener ilusiones, es vivir de ilusiones.
· Más que
tener recuerdos, es vivir de recuerdos.
Por ello,
y recogiendo una expresión en latín, la alternativa sería este sabio consejo
latino: “Age quod Agis” (que quiere decir: “Haz
lo que haces”), es decir: Haz bien lo que estás haciendo, haz lo mejor
posible lo que tengas entre manos, que prestemos atención a lo que estamos
haciendo y no nos distraigamos por algo ajeno. De ahí, que si estás trabajando,
trabaja; si estás descansando, descansa, si estás rezando, reza, si estás
ayudando o sirviendo, sirve o ayuda lo mejor que puedas. Ello es fuente de
satisfacción, de perfección y de alegría y para completar esta reflexión,
comparto contigo estas tres historietas:
El
filósofo alemán Martin Bube cuenta que poco tiempo después de la muerte del rabino
Moshé, el rabino Mendel preguntó a uno de sus discípulos:
- “¿Qué
era lo más importante para vuestro maestro?”.
El discípulo reflexionó y luego dijo:
-
“Lo más importante para él era cualquier
cosa que estuviera haciendo en el momento”
Consciencia
constante:
Ningún alumno se atrevería a enseñar a los demás hasta haber vivido con su
Maestro al menos durante diez años. Después de diez años de aprendizaje, el
joven Tenno se convirtió en maestro.
Un día fue a visitar a
su Maestro. Era un día lluvioso, de modo que Tenno llevaba zapatos de madera y
portaba un paraguas. Cuando Tenno llegó, el maestro le dijo: «Has dejado tus
zapatos y tu paraguas a la entrada, ¿no es así?
Pues bien: ¿puedes decirme si has colocado el
paraguas a la derecha o a la izquierda de los zapatos?».
Tenno no supo responder
y quedó confuso. Se dio cuenta entonces de que no había sido capaz de practicar
la Conciencia Constante. De modo que se hizo alumno de nuevo y estudió otros
diez años hasta obtener la Conciencia Constante.
Y una más.
El guerrero
japonés fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche
no podía conciliar el sueño, porque estaba convencido de que a
la mañana siguiente habrían de torturarle cruelmente.
Entonces
recordó las palabras de su Maestro de espiritualidad: «El mañana no es real. La
única realidad es el presente». De modo que volvió al presente... y se quedó
dormido.
El hombre
en el que el futuro y el pasado ha perdido su influencia se parece a los
pájaros del cielo y a los lirios del campo.
Fuera
preocupaciones por el mañana. Vivir totalmente en el presente: He ahí al hombre
santo.
Recibe un abrazo de paz.
Ángel-Dandy
1 comentario:
Esto yo creó que nos pasa a más de uno. A mí sin ir más lejos. Quiero muchas veces pero no lo consigo. Los libros de autoayuda están muy bien, cuando eres capaz de leerlos y reflexionar , el tema está. ¿Como conseguir en centrarte para leer? Ah!!! Ahí dejó la incognita
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