No hay que olvidar que el
origen del Quijote ocurre estando Cervantes en la cárcel; no muestra ni
resentimiento ni amargura, sino un humor que purifica. Es un breviario eterno
de la risa y sensatez, confianza y esperanza; transmite comprensión. Es un
humanismo contagioso con una elevación moral y espiritual. Dios se vale de
instrumentos humildes.
Existe una atmósfera
cristiana en el Quijote en torno a su alma y a su humanidad. Intenta dar
alegría a todos. Es el evangelio que Dios dio a Cervantes.
Éstas son algunas características
y elementos que muestran esa inspiración cristiana de esta obra grandiosa de la
Literatura Universal:
·
El lenguaje de Don
Quijote es cordial, entrañable, delicado y cariñoso.
·
Entre Don Quijote y
Sancho Panza aparecen unos sentimientos mutuos: Les une una verdadera amistad,
comparten alegrías, tristezas, esperanzas y desalientos. Se manifiesta una gran
empatía entre ellos. Sancho consuela y anima a su amo. Son como niños.
·
Don Quijote manifiesta
su misión como un servicio a Dios y a lo desvalidos: Respeta a la mujer, es
afable, cortés, educado, elegante y con cierto glamour, muestra dignidad,
decoro, honor, desinterés y fidelidad.
·
Los consejos que da a
Sancho cuando lo nombran gobernador son dignos de tener en cuenta en nuestra
sociedad de hoy.
·
También es muy
importante el papel de Sancho y su fe.
Dentro del libro de Don Quijote aparecen tres
religiosidades:
a. La epidérmica, con refranes, citas bíblicas y respeto a lo
religioso.
b. La medular, donde aparecen temas como Dios, Iglesia, Sacramentos, la
Fe, la Providencia, la devoción a María, el perdón, el respeto a lo sagrado,
etc.
c. La refleja, que se muestra en sus discursos sobre la libertad, la
educación, la penitencia, etc.
Otro aspecto importante es el ideal caballeresco como vocación
cristiana. Sus fines son:
Defender a las doncellas, amparar a las viudas, socorrer a los huérfanos y
necesitados (“menesterosos”), amigo de hacer el bien a todos y ser un ministro
de Dios en la tierra; expresa un deseo de una vida más bella, de un mundo más
pacífico y solidario; ser un héroe de la justicia, un príncipe de la paz, un
poeta del amor. Se le exige tener algo de teólogo, casto en sus pensamientos,
honesto en sus palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido
en los trabajos, caritativo, utópico, defensor de la verdad, pacífico,
valiente, fiel y consagrado a Dios.
Hay
quien, comparando a San Francisco de Asís y a Don Quijote, ha dicho que son dos
locos necesarios. “Que hace falta
Quijotizar la sociedad y franciscanizar la cristiandad. La tarea es inmensa
pero posible. Quien se lo proponga, participará del espíritu inmortal de estos
genios, ya que también ellos formaron parte de nuestra humanidad” (José Antonio
Merino, Don Quijote y San Francisco: Dos locos necesarios).
Con este pequeño recuerdo a
D. Quijote, sintámonos, en la medida de
lo imposible, unos locos caballeros andantes para seguir construyendo ese mundo
ideal que inspiró a D. Miguel de Cervantes e intentó construir su más ingenioso
personaje.
Con ese deseo, recibe
un abrazo de Paz.
Ángel-Dandy
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