miércoles, 8 de agosto de 2012

UN COLADOR EN EL CEREBRO....




No, no es el título de un cuadro ni tampoco es el título de una película ni siquiera un Documental para la televisión. Es sencillamente una técnica “Made in Dandy” para vivir un poco mejor. 

Pido disculpas por apropiarme de este juego de palabras y más aún atreverme en convertirlo en un plan de vida. Paso a explicar un poco el porqué de este título para esta reflexión desde mi ventana.
Estamos en una sociedad donde nuestro cerebro recibe una y otra vez multitud de mensajes, mensajes para todos los gustos: buenos, regulares, menos buenos  e incluso hasta malos. Estos mensajes, lógicamente, dejan su huella en nuestro “yo” personal, en el sentido en el que, aunque intentemos eliminarlos no siempre lo conseguimos, por lo que se van acumulando poco a poco en nuestra mente, lo que hace que, como si fuera una olla a presión, van aumentando de tamaño hasta hacer que resulte prácticamente imposible mantener la calma ante tantas noticias  que recibimos (críticas, alabanzas, comentarios, chismes,...)
Y ahí viene el nombre del artículo: UN COLADOR EN EL CEREBRO, porque…
… no todo lo que recibimos es conveniente que penetre en nuestro interior.
… nuestro cerebro, aunque es potente, es frágil y más aún en los tiempos que corren (y no sólo por la crisis, que también, sino porque es imposible que acoja todo lo que viene recibiendo).
… nos bombardean con palabras que nos llegan por todos lados (desde este artículo que estás leyendo, por ejemplo, hasta por el móvil, ordenador, T.V., prensa, revistas, radio, carteles publicitarios y así hasta completar un largo etcétera).
… todas las palabras no deben tener el mismo valor para nosotros, porque además de la multitud que serían, no estamos preparados para soportar todo aquello que pueden decir de nosotros, bueno o malo.
Por todo ello, sería buen consejo, si así lo quieres tomar, amigo lector o lectora, poner un colador mental en nuestro cerebro, es decir una criba para poder eliminar todo aquello que es innecesario para estar en paz (que son las mayoría de las palabras que recibimos), porque si quitamos las palabras que sirven para poner mal al vecino, al familiar, al político de turno o a cualquier semejante nuestro; si además unimos las palabras vacías huecas, insultos o piropos que decimos o escuchamos, bien podemos decir que nos hemos quedado con las que son únicamente oportunas y necesarias: palabras con espíritu positivo tan importantes para nosotros, palabras de crítica constructiva, de ánimo, de consuelo, de cercanía, de amistad auténtica… Entonces habremos conseguido dos cosas fundamentales: Eliminar lo que se dice hoy en día “energía negativa” y en segundo lugar, una buena vacuna para dejar nuestra mente algo más despejada y así poder hacer frente a la vida misma, eliminando ansiedades, preocupaciones innecesarias, etc.
En definitiva, amigo lector o lectora como decía antes, pon un colador en el cerebro para eliminar tantas palabras absurdas que no conducen a ninguna parte, y verás como caminarás algo más despejado/a por los caminos de la vida. Saludos  y hasta la próxima.. 


☺ Ángel-Dandy

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