Hoy y aquí sucede lo que nos narran los bellos relatos pascuales. Sucede siempre y en todas partes. Sucede sin cesar en nuestra vida normal de cada día. Abramos los ojos, y veremos a Jesús resucitado
en medio de nosotros, a nuestro lado, en el fondo de cada ser. Abramos los oídos, y escucharemos la buena noticia, y llenará de paz
nuestro corazón. En eso consiste la Pascua, en eso consiste creer en Jesús resucitado.Ése es el milagro. Jesús está con nosotros como lo estuvo con María y Pedro y los demás discípulos, se nos aparece como a ellos, nos habla como a ellos.
Es el Señor, aunque falte luz y su imagen quede algo borrosa, aunque utilice algún disfraz, aunque aparentemente se oculte. Es el Señor y nuestra tarea es descubrirlo, acogerlo y anunciarlo.
¿Dónde, cuándo, en quién reconozco a Jesús? ¿Dónde, cuándo, en quién me cuesta más reconocerle? ¿Cuáles son las palabras o signos que me hablan de su presencia?
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